El Trabajo de Fin de Grado es uno de los últimos retos a los que nos tendremos que enfrentar para poder obtener el título de grado.
En principio, puede parecernos abrumador o asustarnos el enfrentarnos a una página totalmente en blanco a la hora de hacer un trabajo tan importante, pero aquí te dejo algunos trucos que te permitirán disfrutar de este desafío y obtener una gran calificación.
1. Elección del tema
Para mi, lo más importante a la hora de realizar un buen TFG es conseguir elaborarlo de un tema que te despierte curiosidad y te parezca interesante.
El Trabajo de Fin de Grado te va a llevar muchas horas de investigación, lectura y redacción, por lo que es vital que te guste el asunto del que trate.
En mi universidad (no sé si en todas) se ofrece una lista de temas generales, que vamos eligiendo por nota media. Sin embargo, en caso de que tengas una idea y temas que no puedas elegirla en el reparto por si alguien se te adelanta, está la opción de proponer tu propio tema. En este caso, tendrás que buscarte tú mismo al tutor y que un comité te dé el visto bueno, pero créeme, un buen tema merece la pena.
En mi caso, tenía muy claro que quería realizar mi TFG dentro de la rama de Derecho Civil. Siendo mi asignatura favorita Obligaciones y Contratos, me puse en contacto a finales de 3er curso con alguno de los profesores que me gustaban de ese ámbito. Al final, elegí tema por la lista, pues estaba bastante confiada en obtener una plaza en lo que me gustaba, pero ya habiendo hablado previamente con el tutor que me iba a tocar.
El tutor, al igual que el tema, es otra de las decisiones importantes que vas a tener que tomar incluso antes de empezar a trabajar. Un buen tema y un buen tutor facilitarán mucho realizar un gran TFG.
2. Lee la guía docente
Como en el resto de las asignaturas, el Trabajo de Fin de Grado dispone de una Guía docente, léela antes de empezar.
Este documento te proporcionará información que tienes que tener siempre en mente, como el formato exigido o el número de palabras máximo y mínimo.
3. Comunicación con tu tutor
Los tutores son los expertos en la materia de la que vas a escribir, y te ayudarán a lo largo de todo el proceso. Apóyate en ellos, pero ten en cuenta que su labor es "echarte un cable", no hacerte el trabajo.
Mi mayor arrepentimiento a la hora de realizar el TFG fue que desaproveché bastante la figura del tutor. Tuve un par de reuniones con él, que me fueron muy útiles a la hora de concretar el tema y sus aspectos más relevantes; sin embargo, tras la Navidad empecé a organizarme totalmente por mi cuenta, sin mantenerlo informado de mis avances.
Siempre he sido bastante independiente en el tema de los estudios, y al final no tuve problemas realizando el trabajo, pero me arriesgué mucho. Muchos de mis compañeros enviaban los puntos del trabajo conforme los iban terminando a sus tutores, obteniendo feedback de este modo, mientras que yo únicamente le envié el trabajo ya terminado.
Esto me permitió, por una parte, organizarme en la redacción, estructura y darme cuenta de mis propios errores conforme iba indagando más en el estudio del tema. Sin embargo, en caso de que al enviarle el trabajo terminado hubiese visto muchos errores, habría sufrido muchos problemas a última hora.
4. Decide de qué quieres hablar: elabora el índice
Una vez que hayas hablado con tu tutor y hayais definido el tema general del trabajo, mi consejo es que leas algunos documentos para tener una idea general sobre el mismo.
Con esta primera noción, así como con los consejos de tu tutor sobre qué considera más importante o más interesante en ese asunto, deberás idear un primer índice.
De este modo, podrás saber en qué dirección dirigir la búsqueda de información posteriormente.
Es claro que a lo largo de todo el proceso vas a ir descubriendo muchos otros puntos y puede que incorpores alguno, o sustituir uno por otro. Es parte del trabajo.
En este paso, has de tener en cuenta el límite de páginas o palabras que has de respetar, intentando hacerte una idea mental y ajustarte a los parámetros.
5. Empieza a buscar tus fuentes
Los TFG de Derecho que se ofrecieron en mi universidad eran, o bien de investigación, o bien sobre un caso práctico. En mi caso, fue de los primeros, lo cual es mucho más corriente.
En este tipo de trabajos, lo importante es absorber toda la información que puedas sobre el tema.
Yo una vez que ya tuve el esquema inicial con los puntos sobre los que quería hablar en mi trabajo, empecé a buscar artículos, libros, sentencias...
Fui descargando todos aquellos archivos que me parecía que pudieran serme útiles, y los fui clasificando en distintas carpetas, en función de qué punto del trabajo trataban. A mi me ayudó mucho organizarlos de esta manera, puesto que después me fue mucho más fácil redactar cada uno de los apartados.
La búsqueda de información va a ser contínua hasta que tengas el trabajo ya acabado, pero siempre es mejor empezar con una buena base bibliográfica.
Es muy importante que te valgas de los libros de la Biblioteca de Derecho de tu universidad, así como de las bases de datos jurídicas que tu universidad pone a tu disposición. ¡Úsalas!
El TFG no es un trabajo para hacer con páginas de Google, has de buscar fuentes fiables, que normalmente no son públicas sino que tienes que acceder a través de estos canales especializados.
En caso de no saber acceder a ellas, pregunta a tu tutor o en la propia biblioteca de tu universidad y seguro que pueden ayudarte.
6. Leer, leer y leer
Una vez que ya tengas la estructura que quieres que tenga tu trabajo y diversos archivos, toca empezar a leer. A lo largo de la lectura, vas a encontrarte con realmente lo que vas a querer escribir. Unos documentos te llevarán a otros nuevos, verás otros aspectos del tema que puede que quieras incluir, ...
Esta parte es vital, y probablemente la que más tiempo te lleve.
En mi caso, fui leyendo los archivos por temática, de manera que todos los que leía en ese momento trataban el mismo punto de mi trabajo. De este modo, podía contrastar información, ver qué puntos eran más relevantes, cuáles más controvertidos...
Al mismo tiempo que leía los archivos, subrayaba todo aquello que me parecía importante y que quería tratar en mi escrito, siguiendo un código de colores para que después me fuese más fácil encontrar la información.
En el caso de los libros, al ser de la Biblioteca y no poder marcarlos, suplí este problema usando post-it de colores en las distintas páginas y apuntando mis ideas en una libreta.
7. Estructura tus ideas
Cuando terminaba de analizar los documentos que tenía en relación a un apartado de mi trabajo, escribía todas las ideas que había ido obteniendo a lo largo de mi lectura. En este punto, no es necesario que redactes y estructures el texto, simplemente intenta que tenga toda la información que quieres incluir.
A la vez que escribas, te irás dando cuenta de qué temas quieres profundizar más, en cuáles se ha quedado corta la información o cuáles no te han quedado del todo claros. Tienes entonces que volver a la búsqueda de más información, pero esta vez te será mucho más fácil porque puedes ir mucho más al grano, centrándote en documentos más concretos.
Aquí, yo traté de respaldar las ideas y resolver dudas que me iban surgiendo buscando jurisprudencia. En los propios textos académicos que hayas consultado te irán nombrando sentencias relevantes, y puedes buscar otras.
En mi trabajo le di bastante importancia a respaldar las ideas con jurisprudencia del Tribunal Supremo, así como también intenté recoger sentencias discrepantes en los asuntos en que las hubiese.
Es muy importante que en este punto empieces a elaborar la bibliografía, o de lo contrario te será imposible. Consulta la guía docente y pregunta a tu tutor las normas de citación que exija tu facultad.
En cada una de las ideas que plasmes, aunque todavía esté en sucio, tienes que citar cuál es la fuente, de dónde has sacado la información. No se trata de nombrar únicamente al autor si pones una cita literal de sus palabras, sino que en todo caso has de apoyarte en un documento fiable de donde hayas obtenido los datos que estás explicando.
Si esperas a después, te será muy dificil y te llevará muchísimo tiempo volver a encontrar todos aquellos documentos, libros, sentencias... que has consultado, y en qué parte de tu texto se reflejan.
Si haces el trabajo en Word, hay una herramienta para insertar las citas de manera más fácil, te recomiendo que la utilices, puesto que te va a ahorrar mucho tiempo a la hora de realizar la bibliografía.
8. Redacta el grueso del trabajo
En mi caso, una vez que ya tuve todos los apartados que requerían información escritos en sucio (y os aconsejo que vosotros conteis ya con un primer visto bueno del tutor) empecé a redactar todo el trabajo.
En este punto, volví a estructurar mis ideas, adaptando un poco el índice a los cambios que habían ido surgiendo conforme avanzaba, asi como cambiando ciertos temas entre los distintos apartados del trabajo.
Otra opción es ir redactando punto por punto conforme los acabes de elaborar "en sucio", aunque creo que es mejor idea redactarlo como un conjunto para poder tener una visión del trabajo como un todo.
En este punto, volví a buscar ciertos artículos, pero ya de manera mucho más puntual, para añadir información muy concreta.
Es ahora cuando tendrás que volver a pensar en los parámetros de máximo y mínimo de palabras que haya establecido tu facultad, y ajustarte a ellos. También tendrás que darle el formato requerido.
9. Escribe la introducción y las conclusiones
Una vez que ya hayas terminado el primer borrador de tu trabajo, léelo entero. Asegúrate de que no hay contradicciones o repeticiones innecesarias de información. Después, envíaselo a tu tutor para que te dé las correcciones que considere necesarias.
Mientras tanto, puedes escribir los últimos puntos de tu trabajo, que serán aquellos que no sean estrictamente de información. En mi caso, la introducción y el resumen final. Estos puntos te aconsejo que los redactes una vez que ya tengas el resto acabado, puesto que será entonces cuando tengas claro qué has comentado, qué es lo más importante...
En mi caso, en la introducción hice una breve contextualización del trabajo, cuál era su objeto, por qué hablaba de eso, y también expliqué qué es lo que iba a desarrollar a lo largo del escrito.
En las conclusiones, hice una especie de resumen, pero no incluí todos los aspectos, sino únicamente los más importantes y resolviendo las cuestiones que tenían más controversia. No te centres en los puntos que son meramente informativos.
Si no sabes qué escribir, de nuevo te aconsejo que busques ayuda de tu tutor, que sabrá dirigirte.
10. Bibliografía
Como ya te he dicho, es muy importante que la vayas elaborando mientras que redactas el propio escrito, por lo que en este último paso lo que tendrás que hacer es el apartado final en que listas todos aquellos documentos que has empleado.
Yo realicé dos listados distintos, uno conteniendo todos los libros, artículos, páginas web... y otro únicamente con las sentencias. Pregunta a tu tutor el formato exigido y la estructura que debes darle.
Ejemplos de citas:
Si lo que citas es un libro...
- Albaladejo García, M. (1983). “Comentarios a los artículos 1152 - 1155 del Código Civil”. En Comentarios al Código Civil y a las Compilaciones Forales (Vols. Tomo XV, Vol. 2.). Madrid: Edersa. - Bercovitz Rodríguez-Cano, R. (2021). Manual de Derecho Civil: Obligaciones. Madrid: Bercal S.A.
Si citas un artículo de revista...
- Álvarez Álvarez, H. (2016). “La moderación de la cláusula penal en el Derecho español. Cuestiones actuales”. Revista de la Facultad de Ciencias Económicas, UNNE (Núm. 16, págs. 69-88).
Si citas un artículo web...
- De Verda y Beamonte, J. R. (24 de Septiembre de 2019). Cláusula penal y autonomía de la voluntad en la jurisprudencia. Obtenido de Instituto de Derecho Iberoamericano: https://idibe.org/tribuna/clausula-penal-autonomia-la-voluntad-la-jurisprudencia/
Si citas una sentencia...
- STS (Sala 1a) de 4 de octubre de 2007 [RJ 2007/6797]; Ponente Excmo. Sr. D. Antonio Salas Carceller.
Una mala bibliografía puede fastidiar un buen trabajo, así que dale la importancia que merece y cúrratela. En caso de utilizar la herramienta de Word que anteriormente te he comentado, te será mucho más fácil.
11. Correcciones
Felicidades, en este punto ya tendrás casi terminado tu trabajo, faltan los detalles finales. Vuelve a leerlo entero, envíaselo todo a tu tutor y espera su feedback. A partir de aquí, tendrás que ir haciendo las correcciones que te indique.
12. Defensa
Una vez que ya hayas presentado el trabajo, es posible que tu universidad requiera defenderlo de manera oral. Infórmate de cuestiones como si es posible llevar una "chuletilla" con los puntos a tratar, si puedes apoyarte en una presentación de PowerPoint, el tiempo que ha de durar...
Esta presentación será muy formal, en que tendrás que explicar tu trabajo a un tribunal de profesores de esa misma área y que podrán darte sus opiniones y hacerte preguntas.
Yo realicé una presentación PowerPoint y me escribí todo aquello que quería decir, repasándolo varias ocasiones y cronometrándome para no pasarme de tiempo.
No te aprendas de memoria todo lo que quieres contar palabra por palabra, pero sí ten claros cuáles son los puntos a tratar y en cuáles te tienes que centrar más.
Trata de ir tranquilo, elegante, y de estar preparado para las posibles cuestiones que te planteen. Te aconsejo que lleves una copia de tu TFG impresa, así como libreta y bolígrafo para apuntar en caso de que haga falta.
Seguir todos estos puntos me hizo conseguir una matrícula de honor en el TFG, y estoy bastante segura de que con estos consejos conseguirás elaborar un trabajo del que te sientas orgulloso. ¡Ánimo!
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